Las bicicletas eléctricas son una de las opciones de micro-movilidad más eficientes que podemos encontrar en la actualidad, es sobre todo una forma sostenible, económica y rápida para llegar a tu destino. Si quieres ayudar aún más al medio ambiente, una forma es alargando la vida útil de sus componentes, sobre todo de las baterías.
Sea una bicicleta que has modificado con un kit de conversión o una E-bike, es necesario que realices una revisión periódica de los elementos convencionales: cadena, frenos y ruedas, y de los componentes eléctricos: batería, motor y sistema electrónico.
En Pasión Bricolaje quiero darte unos consejos y recomendaciones para que tú mismo puedas mantener tu bicicleta en perfectas condiciones y acudir lo menos posible al servicio técnico. Si quieres saber cuáles son los mejores modelos de Bicicletas Eléctricas, puedes consultar la web Top Movilidad Eléctrica.
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Cómo debes cuidar la Batería
La aparición de las baterías de ion-litio han contribuido a la popularización de las bicicletas eléctricas, brindando una mayor autonomía y un menor peso que otros sistemas.
Es el elemento de la bici eléctrica que más rápido se degrada, sobre todo si la utilizas de forma inapropiada. Su enemigo número uno es la temperatura y tienes que prestar mucha atención a la forma en que se carga. Es un elemento muy costoso, por lo que te conviene prolongar su vida todo lo que puedas.
Utiliza únicamente el cargador que viene con tu batería y si deja de funcionar, sustitúyelo por uno que sea exactamente igual. Conecta primero la batería al cargador y después el cargador al tomacorriente. Al finalizar, hazlo al revés, primero desconecta el cargador de la red y luego la batería.
La temperatura es clave
La temperatura es el factor más importante que tienes que considerar para poder extender la vida útil de tu batería de Iones de litio. Lo peor que puedes hacerle es tenerla completamente cargada y someterla a temperaturas elevadas. El calor acelera la degradación de la vida de las baterías.
Nunca dejes tu bicicleta eléctrica al sol y evita utilizarla en días muy calurosos. Si no tienes otra alternativa de transporte durante esos días, utiliza unos acumuladores de frío para poner cerca de la batería durante tu viaje. Al llegar a tu destino, desmonta la batería y llévala contigo.
No compres baterías de repuesto
Las baterías se deterioran con el paso del tiempo aunque no las utilices. Así que una batería de repuesto no te durará mucho más que la que está en la bicicleta. Al comprar las baterías, comprueba siempre la fecha de fabricación y pide unas con la fecha más reciente.
Realiza ciclos de descarga parciales
Las baterías de ion litio no tienen memoria de carga, por lo que no requieren ciclos de descarga completa. Pero no lo hagas toda la vida, porque las descargas parciales continuas crean una condición llamada memoria digital, que disminuye la precisión del indicador de potencia del dispositivo.
Los expertos recomiendan que cada 30 ciclos de carga (algo así como uno o dos meses), dejes que la batería se descargue hasta casi completamente, para que el medidor de energía se re-calibre.
Como norma general, te aconsejo mantener la batería entre el 25% y el 85% de carga. Esto solo te dará un 60% de energía, pero conseguirás alargar enormemente su vida útil. Si necesitas unos 30Km de autonomía, compra una batería para 50Km y así podrás cumplir con esta regla.
Nota 1: Al comprar una batería con más autonomía no estás tirando el dinero, porque con la batería de 50Km harás un 40% más de kilómetros durante la vida útil de la batería.
Nota 2: Un ciclo de carga se completa cuando se ha consumido el 100% de la batería. Por lo tanto, cuando trabajas con ciclos de descarga parciales, no afectan al número máximo de ciclos que puedes alcanzar. Supongamos que la batería está diseñada para alcanzar 500 ciclos de carga. Un ciclo se inicia cuando descargas el 60%, recargas a 85% y finaliza cuando consumes otros 40%. Es decir, cuando has descargado el 100%, pudiendo alcanzar los 500 ciclos de carga.
Cuidado con el almacenamiento prolongado
Si no vas a utilizar la bicicleta por unos meses, tienes que retirar la batería, dejarla con un 40% de carga y guardarla en un lugar fresco. No la guardes en el freezer, porque con temperaturas muy bajas también se dañan. Antes de cargarla, espera un par de horas a que llegue a la temperatura ambiente.
Si la vas a almacenar por muchos meses, puede haber riesgo de descarga completa y puede saltar el mecanismo de protección interno que la pasaría a modo de suspensión. No es fácil volver al estado normal. Algunos cargadores incorporan la función de «boost» para re-activar las baterías que se han quedado en este estado. Si tu cargador no lo tiene, tendrás que acudir al servicio técnico. En estas situaciones, mejor recargar un poco cada 3 meses.
Limpieza
No utilices nunca agua a presión ni limpiadores a vapor tipo vaporeta, porque pueden dañar los componentes eléctricos y electrónicos.
Antes de comenzar a limpiar, quita la batería y cubre muy bien, con film de nylon, la pantalla y los botones remotos para que no se mojen. Estos elementos suelen ser estancos para soportar la humedad, pero esto no siempre es así en todos los modelos y siempre es mejor prevenir.
Utiliza un paño humedecido en agua con un poco de jabón neutro y pásalo por todas las partes, para quitar la suciedad que se haya pegado. Luego haz una segunda pasada con solo agua para quitar el jabón.
Te recomiendo productos especializados en vez de jabón porque te garantizan que no dañan los plásticos ni las juntas. Si has llevado la bicicleta por zonas con barro, puedes pasarle una manguera o pulverizar con agua para quitarlo y a continuación sigue los pasos del párrafo anterior.
La cadena requerirá de una limpieza más profunda. Te puede ayudar algún desengrasante específico y un cepillo. Existen limpiadores especiales que te facilitarán el trabajo.
Utiliza una trapo seco para secarla. Será mejor y más fácil si puedes contar con un compresor de aire o soplador. Tienes que dejar toda las piezas bien secas, tanto para evitar la oxidación de los metales como para mejorar la eficacia del lubricante que aplicarás posteriormente.
Ajustes generales y cadena
Cuando circulas por terrenos irregulares con pozos o baches, los bruscos movimientos pueden aflojar los tornillos o las tuercas porque están sometidos a mayores esfuerzos y vibraciones.
Para ajustar estos elementos o reemplazarlos, necesitas un mínimo de herramientas: llaves allen, llaves torx, una llave inglesa o llaves de cubo. Si no tienes ninguna de estas herramientas y buscas una recomendación, mira en este artículo que analiza y compara varias cajas de herramientas.
Revisa periódicamente los tornillos de las bielas de los pedales, la tija del sillín, el manillar y también mantiene bien ajustado el transportín y el guardabarros. Si eres de los que no tienen tiempo y prefieren llevar un mínimo de herramientas en la mochila, en el mercado existen las llamadas multi-herramientas que son muy prácticas para llevar a cualquier sitio.
En el caso de las cadenas, necesitas controlar su tensión para que transmitan correctamente la fuerza y no se suelten. No tienes que tensarlas demasiado porque aumentaría el rozamiento y se desgastarían más rápido. La recomendación es que dejes un centímetro de juego, que puedes medir apretando la cadena con el dedo y midiendo cuánto se desplaza.
Las cadena requerirá más o menos mantenimiento dependiendo del uso, el terreno por el que se circules y si hay más o menos polvo. Las ceras lubricantes son una de las mejores opciones para lubricar la cadena, porque evitan que se pegue el polvo y a la larga su efectividad será mayor. Existen muchas marcas en el mercado que cumplen con esta función.
La aplicación del lubricante es muy simple, hazlo por el lado interior de la cadena, haciendo funcionar la transmisión y después dejando secar unas horas. Además de prolongar su vida útil, también reducirás el ruido que genera la transmisión.
Ruedas
Al igual que una bicicleta sin motor, hay que controlar el estado de los neumáticos ya que, al estar en contacto con las superficies, se desgastan con el uso. Es necesario que las sustituyas en cuanto estén desgastadas o tengan varios años de vida porque habrán perdido sus propiedades.
Es muy importante que controles la presión del neumático, para que dure más y logres mayor autonomía con la bicicleta. Si tienes el neumático con poca presión, tendrá mayor superficie de contacto con el asfalto y aumentará el rozamiento, perdiendo más energía en el contacto y gastándose más deprisa. También suele pasar que cuando están desinfladas aumentan las probabilidades de pinchar. Puedes controlar la presión con un manómetro y hoy en día, son muy populares los digitales por su facilidad de uso.
También existen infladores eléctricos de 12V, de 220V o portátiles a batería. Si estás buscando uno, fíjate que incluya un manómetro digital y que puedas fijar un determinado valor de presión, para que sea muy práctico.
Frenos
Si a tu bicicleta le cuesta frenar o hace ruido cuando aplicas los frenos, puede ser síntoma que las pastillas están desgastadas. Revisa su estado junto con la maneta del manillar.
Si tu motor de bicicleta cuenta con freno regenerativo, conduce tu bicicleta previendo con tiempo el frenado y así poder aprovechar el freno regenerativo para utilizar menos los frenos mecánicos y aprovechar la energía cinética para cargar la batería.